domingo, 28 de octubre de 2018

BALSEROS O MICOS EN EL RIO MAGDALENA


BALSEROS O MICOS
La vía de comunicación más importante de Colombia, la constituyó sin lugar a dudas el río Magdalena, desde los habitantes precolombinos, así como la llegada de los champanes en el siglo XVI traídos por los capitanes Alonso de Olalla y Hernando de Alcocer, al igual que la inclusión de los buques a vapor en 1823 cuando el vicepresidente Francisco de Paula Santander le otorga el privilegio a Juan Bernardo Elbers para la navegación en el río, sin dejar de mencionar el hecho de haber sido utilizada como pista para los hidroaviones de la empresa Scadta.
Uno de los sucesos trascendentales y que significaba un atractivo para los habitantes de los pueblos ribereños era el ver pasar las balsas las cuales no eran más que la forma de transportar la madera hacia Barranquilla.
Un protagonista de esta faena, Alfonso López Montes hace un pequeño relato de esta ardua labor. Nací en la Raya Bolívar en 1941, mi familia fue desplazada por la violencia y nos fuimos para Caucasia y después para San Jacinto. Mi papa José María López, unos de los primeros en este oficio de las balsas le dijo un día a mi mamá, nos devolvemos para nuestra tierra y nos fuimos para los lados de San Pablo Bolívar, nos establecimos a orillas de la quebrada Cimitarra donde había abundante madera de Cativo
Era el año 1956 yo tenía 15 años, desde esa edad comencé a trabajar y nos levantábamos a las dos de la maña a tirar hacha, durábamos hasta tres días cortando las trozas de 4 metros cincuenta centímetros y esperábamos que se creciera la quebrada para sacar la madera a una ciénaga y con bejucos amarrábamos los trozos de madera. Una balsa traía 50 trozas y durábamos diez días para llegar a Barranquilla y había unas lanchas que se contrataban para los viajes, La Hortensia de Raimundo Torregroza, El Primo de Gregorio Torregroza y una de los Pau. Cuando pasábamos por los pueblos nos gritaban “Micos” pero en el Cerro y Sitionuevo era donde más nos gritaban. En Barranquilla se entregaba la madera a un señor Emiro Torregroza

miércoles, 31 de enero de 2018

CAÑO CIEGO Y SU HISTORIA




 
Caño Ciego nace en la Ciénaga de Cerro de San Antonio y desemboca en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
 Ruta de navegación de los habitantes Precolombinos  de la región.   
Los Frailes Dominicos de las misiones Españolas, pensando que al navegar por el rio Magdalena podrían llegar hasta el Perú, navegan a través de Caño Ciego y se establecen en lo que hoy se conoce como Cerro de San Antonio, razón por la cual se reseña la existencia de esta población desde el año de 1525.  Se convirtió Caño Ciego en la ruta de interconexión entre Santa Marta, y Cartagena, pasando por lo que hoy se conoce como  canal del Dique, razón esta que convierte a Cerro de San Antonio en la primera capitanía de puerto de los españoles sobre el rio Magdalena.
En el año de 1811, habiendo sido designado Manuel Rodríguez Torices  gobernador de Cartagena, trata de someter militarmente a Santa Marta, pero al tratar de penetrar a Caño Ciego, el capitán samario Narciso Vicente Crespo acantonado con cincuenta (50) hombres en Cerro de San Antonio le impide el paso.
El ejército patriota al Mando de Pierre Labatut, después de haber sometido en Cerro de San Antonio al ejército español al mando de Pedro Domínguez el 12 de Diciembre de 1812, navega a través de Caño Ciego para llegar a la Ciénaga Grande de Santa Marta donde se apodera de varios barcos realistas, somete Ciénaga (San Juan de las Ciénagas), llegando a Santa Marta y someterla en Enero de 1813.
Esta es la historia de esta afluente de agua que tiende a desaparecer a pesar de ser una de las fuentes de oxigenación  de la Ciénaga Grande de Santa Marta que también agoniza.
Caño Ciego podría convertirse en una ruta de turismo ecológico, además de ser una arteria importante como fuente piscícola de la región-